EL NIDO, LAS MAMAS Y LA SEPARACIÓN
- Maria Emilia Sanchez

- 15 nov 2018
- 6 Min. de lectura
¿Alguna vez han visto un nido con sus pajaritos y sus huevitos, la pajarita revoloteando contenta y el pajarito acomodando ramitas?
Ah! Qué bonito!
Y recuerdan, por todos los artículos que he escrito y otros artículos que hayan leído por ahí, que los seres humanos actuamos desde nuestra biología, desde nuestra parte “animal”?
Pues bien, cuando en Biodescodificación hablamos del “nido”, nos estamos refiriendo a nuestra casa, nuestra familia, al hogar que hemos conformado con nuestra pareja, a nuestros hijos, nuestras mascotas, etc. De ese hogar feliz que nos cobija, en donde nos sentimos seguros, protegidos, tranquilos y en paz. Es aquel lugar en el que inmediatamente pensamos cuando decimos: “ya quiero volver a casa”, “ya quiero estar con mi familia”, “ya quiero regresar con los míos”, etc.
Por lo tanto, hasta aquí, creo que tenemos, todos nosotros, claramente identificado “nuestro nido”.
Y podemos tener además, varios nidos. Tal vez yo tengo el nido, en el que crecí siendo una niña, con mis padres y hermanos. Tal vez, además de ese, yo ya formé mi propio nido con mi pareja y mis hijos. Y además, tal vez yo me siento como en casa cuando estoy en mi trabajo, en donde mi jefe pareciera ser mi madre o mi padre, mis compañeros son como mis hermanos y nuestros empleados, son como mis hijos.
Ahora viene, lo más interesante, y es el hecho, de que el 100% de los problemas de salud que presentamos en los pechos, las mamas, tienen su base emocional en conflictos vividos, relacionados, sucedidos y ocurridos en el nido o con miembros del nido. Por lo tanto, ante cualquier síntoma padecido en los pechos, en las mamas, deberemos revisar todo lo que hemos vivido, sufrido, etc, dentro del nido y a las personas pertenecientes al nido. O bien, a los prospectos para formar un nido (novio, novia).
Por lo tanto, puede ser conflicto emocional en relación a los padres, los hijos, los nietos, los tíos, los amigos de la familia, el novio, la novia, el esposo, la esposa y hasta el perro de casa.
Aquí claro, cambiarán un poco los porcentajes, porque en el 90% de todos los casos de problemas en los pechos, en las mamas, los protagonistas principales, serán nuestros hijos o nuestra pareja y a eso, habremos de sumar, el hecho de que para nuestro inconsciente biológico, lo mismo da que yo haya tenido con mi pareja, que con un “doble” de mi pareja (por nombre, por fecha de cumpleaños, por fecha de concepción, etc). Es decir, da lo mismo si es mi pareja real o es mi pareja simbólica.
Y lo mismo para los hijos, puede ser que el conflicto sea o haya sido con mi hijo real, o con un hijo simbólico, es decir, con una persona que sea doble de mi hijo por nombre, por fecha de concepción o por fecha de cumpleaños. Se va complicando verdad?
Algo que parecía tan simple de deducir o de comprender, ahora se va convirtiendo en algo a lo que le tengo que dedicar tiempo y cabeza.
Resumiendo, queda claro que si yo presento algún síntoma en mi pecho, en mi seno, en mi mama, necesariamente hay o hubo un conflicto emocional con mi hijo o con mi pareja. Y que conste que como ya dijimos, hay variaciones.
Ahora analicemos al pecho mismo, a la mama. El conflicto emocional que rige a los pechos, a las mamas, es el conflicto de “separación”. En todas sus variantes: - Se fue. - Me dejó. - Dejó la casa. - Me divorcié. - Me separé. - Se murió. - Se casó. - Se casará y se irá. - Ya tiene novio o novia, ya falta poco para que se vaya. - etc.
Y también, visto desde el otro ángulo, es una separación, por la cual, yo me siento “desprotegida de”, igualmente, en todas sus variantes: - Sin él (o ella) ya no podré vivir. - Qué será de mi vida sin él (o ella). - Siento que ya o le importo. - Ya no me busca, ya no me habla, ya no me llama. - Ya no quiere dormir conmigo - ¿Y ahora quién va a acompañarme? - ¿Y ahora quién va a cuidarme? - ¿Y ahora con quién voy a salir? - etc.
Todo lo anterior sucede, y volvamos al sentido biológico, animal, porque es justamente en la zona de los pechos en donde cobijamos a un ser querido, lo apretamos contra nuestro pecho si es una pareja, y es con nuestro pecho con lo que lo alimentamos si es nuestro hijo. Es la zona del cuerpo de una mujer (y también puede suceder en hombres), que representa el alimento emocional.
Y hasta aquí, todos nosotros ya tenemos claros los conflictos emocionales que pueden afectar al pecho, a la mama. Pero hay más, y es que todavía deberemos sumar, que la lateralidad biológica influye para determinar (o encontrar), el conflicto que ha producido el síntoma en la mama.
Veamos el asunto de la lateralidad: Y para esto me enfocaré exclusivamente en las mujeres. Porque aunque los hombres también presentar síntomas en los pechos, es lo mismo. Si mi problema está en mi mama derecha y yo soy diestra: - El conflicto emocional está relacionado con mi pareja.
Si mi problema está en mi mama izquierda y yo soy diestra: - El conflicto emocional está relacionado con mi hijo (o hija).
Si mi problema está en mi mama izquierda y yo soy zurda: - El conflicto emocional está relacionado con mi pareja.
Si mi problema está en mi mama derecha y yo soy zurda: - El conflicto emocional está relacionado con mi hijo (o hija).
Nuevamente, recordemos que se trata de pareja o hijos reales y/o simbólicos. Y que además, deberemos revisar todos nuestros “nidos”. Porque es posible que yo mujer diestra, tenga un problema en la mama derecha, y yo ni pareja tenga, por lo que asumiré que todo esto es una gran mentira. Pero quizá analizando bien las cosas, descubra que lo que me ha afectado, es un problema con mi compañera de trabajo y yo ni siquiera estaba consciente, de que ella era doble por fechas de mi ex marido. (Sucede eh!) Así que aquí, requeriremos de tiempo para analizarlo todo.
Porque además, de que la mama derecha representa en mujeres diestras a la pareja, (lo mismo que la mama izquierda para mujeres zurdas), también incluye a todos aquellos miembros, de los otros nidos (el nido de mis padres y el nido laboral).
Y todavía encontraremos más detalles en relación al conflicto emocional vivido, si lo que analizamos, es la parte de la mama que presenta el síntoma:
Si es la glándula mamaria en sí misma: Hemos vivido o estamos viviendo un conflicto emocional, de “pérdida”. Perdimos a alguien querido, murió alguien querido, perdimos algo (el nido) querido (se quemó la casa, nos corrieron, la perdimos por no pagar la hipoteca, etc).
Si es la piel de la mama: Hemos vivido o estamos viviendo un conflicto emocional, de “ataque”, por parte de algún miembro del nido, nos sentimos heridos en nuestra “integridad”. Y puede ser un ataque real (golpe, violencia, etc) o un ataque simbólico (palabras, ofensas, humillación, etc).
Si la parte afectada es el músculo de la mama: Hemos vivido o estamos viviendo un conflicto emocional, de falta de apoyo, de desvalorización media o leve, por parte de un miembro del nido. No sentimos su comprensión, no sentimos que podamos contar con esa persona, no nos ayuda en nada esa persona, etc.
Si la parte afectada son los ganglios de la mama: He vivido o estoy viviendo, un conflicto emocional, en el que yo misma, me auto devalúo. No me siento capaz, no me siento fuerte, no creo poder lograr, algo en el nido, algo con alguien del nido, sostener el nido, sacar adelante el nido. O bien, nadie me valora en el nido, no soy importante en el nido, nadie me hace caso en el nido, no existo en el nido, etc.
Si la parte afectada son los conductos galactóforos de la mama: He vivido o estoy viviendo un conflicto emocional, relacionado con abandono, rompimiento, divorcio, separación total, brutal. (Hijo o pareja dependiendo de la lateralidad). Se mató, lo mataron, se murió, me pidió separarnos, me pidió el divorcio, me dejó, se fue, etc.
Si la parte afectada son los nervios de la mama: He vivido o estoy viviendo, un conflicto emocional, en el que me veo obligada a convivir con un miembro del nido, dentro del nido, que no es agradable para mí (lo más común, son los casos en los que una mujer abusada, “debe”, “tiene que”, convivir con el violador, el golpeador, etc). Se vive una emoción constante de “no quiero verlo”, “no quiero que llegue”, “no quiero que me vea”, “no quiero que me toque”. Aquí funciona al contrario de todos los demás casos en los que “nos duele” estar separadas. Aquí lo que buscamos y deseamos es evitar el contacto, queremos estar separadas de…
¿Qué tal?
Así que esos nidos con pajaritos, tan bonitos y tiernos, realmente resultan un extraordinario ejemplo para comprender la biología de las mamas, de los pechos.
Ya las dudas, preguntar, seguimiento, será tratado claro, sobre cada caso individual. En Biodescodificación se estudiará la historia de cada mujer y sus circunstancias precisas y ya la metodología de “tratamiento” dependerá de cada profesional. Pero en general, y sin meternos a transgeneracional (que obviamente interviene), esto es lo básico que hay que conocer, para no asustarnos ante un diagnóstico médico y, al contrario, comenzar a buscar la solución.
Akasha Sanación Integral

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